Theodore-Robert Cowell Bundy



Nacido el 24 de noviembre de 1946 en Burlington, Vermont, su madre fue Louise Cowell y su padre un veterano de la fuerza aérea cuya identidad Bundy desconoció toda la vida. Tras su nacimiento, Louise fue a vivir con sus padres y se le hizo creer al niño que sus abuelos eran sus padres y que su madre biológica era su hermana mayor. Esta decisión se tomó con el objetivo de proteger a la joven mujer de las críticas de la sociedad en contra de las madres solteras. Sin embargo esto resultaría negativo para Bundy, ya que en algún momento debía enterarse del engaño.

A la edad de 4 años Bundy y su madre se mudaron a Tacoma, Washington, a vivir con otros parientes debido al maltrato de su abuelo materno a su abuela y su madre.
En ese lugar la madre se enamoró de un cocinero del ejército llamado Johnnie Culpepper Bundy, con el cual se casó en mayo de 1951, apellido que Ted asumió y conservaría toda la vida. El matrimonio fructificó con 4 hermanos más para Bundy y a pesar de que Johnnie trató de formar un lazo afectivo de padre a hijo con Ted incluyéndolo en todas las actividades familiares, este no pudo solidificarse nunca.

Estudió con éxito en la Universidad de Washington y en Puget Sound. En el plano laboral, tomó empleos de bajo nivel, pero no perduró mucho en ellos. Sus empleadores lo recuerdan como alguien poco confiable.

En la primavera de 1967, entabló una relación amorosa con Leslie, una joven hermosa, inteligente y de buena familia, proveniente de San Francisco.
La muchacha fue el sueño hecho realidad que Bundy imaginó toda su vida. Sin embargo, aunque Bundy la amaba, este amor no fue correspondido. En 1969, año que consigue graduarse de Psicología, la muchacha decidió terminar la relación con Bundy, ya que vio enormes huecos en su personalidad, principalmente la falta de dirección y objetivos claros en su vida.
Ted nunca se recuperó de la ruptura, aquella muchacha se convirtió en toda una obsesión. Intentó seguir en contacto con ella escribiéndole cartas, aunque ella no cambió de decisión. Bundy dejó los estudios, pero de alguna manera rehizo sus asuntos y se re inscribió en la universidad de Washington esta vez en la carrera de psicología, y posteriormente, estudió derecho en la misma Universidad de Puget Sound.

Obtuvo una condecoración de la policía de Seattle por salvar a un pequeño de 3 años de morir ahogado y estuvo involucrado con figuras importantes del Partido Republicano, pero fue en un viaje de trabajo a California en 1973, que se reencontró con su antigua novia. Al verlo, quedó impresionada por el enorme cambio que experimentó Bundy, y el tema del matrimonio salió a flote en varios de los encuentros amorosos que ambos sostuvieron en el verano e invierno. Ante estos cortejos la chica cayó de nuevo enamorada de Ted Bundy, pero repentinamente éste terminó la relación para vengarse.

Empezó a producir un número de pequeños hurtos en casas y comercios, siempre estimulado por una cantidad de alcohol.
La aparición de sus primeros rasgos psicopáticos se produce en su juventud. Una vez recluido confesó que espiaba a las chicas cambiarse de ropa, poco después comenzó a interesarse en la pornografía, leer revistas, pero más tarde a leer textos en los que la violencia ahoga al hecho sexual. Esto alimentó sus fantasías y el 4 de enero de 1974, cuando Bundy contaba con 27 años, entró en la habitación de la universitaria Joni Lenz, de 18 años, a quien golpeó con una barra de hierro y violó. Fue hallada malherida y sobrevivió con un daño cerebral permanente.

En la noche del 31 de enero de 1974, atacó a la estudiante de Psicología de la Universidad de Washington, Lynda Ann Healy, de 21 años. Bundy entró a su dormitorio, la dejó inconsciente con un golpe y la sacó de la escuela. Nadie notó la ausencia de la joven hasta el día siguiente. La Policía no estableció ninguna conexión entre las dos agresiones y tampoco se hicieron mayores pruebas ni estudios de la escena del crimen, a pesar de hallarse en su habitación una funda de almohada y un par de sábanas ensangrentadas y en el armario su camisón con el cuello también ensangrentado.No se tomaron mayores muestras ni estudios del escenario del crimen.
Los restos de Lynda Ann fueron descubiertos un año después en una montaña cercana.

Durante la primavera y verano de 1974, bajo similares circunstancias, siguieron desapareciendo jovencitas universitarias. Todas ellas eran mujeres atractivas, de cabello largo, lacio y de color oscuro. Igualmente, sus desapariciones eran descubierta por las mañanas, cuando se ausentaban de sus labores cotidianas.
Al menos 8 víctimas se contabilizaron hasta que Bundy atacó a plena luz del día. Mientras tanto la policía comenzó la investigación; los testimonios apuntaban hacia un hombre a quien se identificaba por "Ted", que solicitaba la ayuda de jovencitas que veía pasar. Se le veía en apuros cargando libros, pues traía un brazo enyesado o con un cabestrillo. Otras veces también se le vio en problemas para echar a andar su volkswagen. En otras ocasiones fue visto merodear el sitio donde habían desaparecido dos muchachas, así que la policía ya tenía varias pistas de quien podría ser el responsable de los crímenes.

El 9 de febrero, Carol Valenzuela de 20 años desapareció de Vancouver, su cuerpo no fue descubierto hasta octubre junto con los restos de otra mujer que jamás ha podido ser identificada. Dos días después de la desaparición de Valenzuela, tuvo lugar en Holladay la desaparición de Nancy Wilcox, de 16 años, cuyo cuerpo jamás fue encontrado.

El 12 de marzo desapareció otra estudiante, Donna Mason, de 19 años. Fue vista con vida por última vez alrededor de las 7 de la tarde dirigiéndose a un concierto de jazz en el campus.

Susan Rancourt, de 18 años, desapareció el 17 de abril mientras caminaba por los jardines del Central Washington State College. Debía encontrarse con un amigo para ir a ver una película alemana, pero nunca llegó a la cita. Fue vista por última vez a las 9 de la noche al salir de una reunión con uno de sus asesores escolares.

La siguiente víctima de Bundy sería Roberta Parks de 20 años. La secuestró mientras ella se dirigía al dormitorio de unas amigas para tomar un café. Bundy usó el truco de aparecer como lesionado y le pidió que le ayudase a subir algunas cosas a su coche.

El primero de junio de 1974, Brenda Ball de 22 años salió de la Taverna Flame en Burien tras comentar a sus amigos que iba a buscar a alguien que la llevara a Sun City. Fue vista por última vez en el estacionamiento de la taberna charlando con un hombre con el brazo en cabestrillo.

El día 11 de ese mismo mes Bundy volvió a matar. Esta vez la víctima fue Georgann Hawkins de 18 años, a quien secuestró detrás de la fraternidad Kappa Alpha Theta en Seattle. Georgann, tras salir de una reunión, pasó a despedirse de su novio y a recoger algunos libros que necesitaba para un examen de Español. Su compañera de cuarto se extrañó al ver que no llegaba y llamó al novio de Georgann quien le dijo que había salido de allí a la 1 de la madrugada. La compañera se preocupó y despertó a la encargada del dormitorio. Juntas esperaron su llegada hasta la mañana siguiente, cuando llamaron a la policía quiénes, habiendo sido alertados de otras desapariciones en el área, comenzaron a investigar inmediatamente.

El 14 de julio, una universitaria llamada Janice Ott dejó una nota a su compañera de cuarto diciendo que se iba a dar una vuelta en bicicleta por el parque Lake Sammamish. Los últimos en verla con vida fueron dos personas que vieron a un hombre dialogar con la muchacha.
Escucharon que el sujeto necesitaba ayuda para cargar su bote al coche, pues tenía un brazo enyesado, a lo cual la mujer accedió sin ningún problema. Bundy la secuestró frente a todo mundo en el parque sin levantar la menor sospecha.

Había sido demasiado fácil, así que regresó y tomó otra víctima, Denise Naslund, que pasaba el día con su novio y amistades cuando fue al baño del parque. Igualmente, se apareció un hombre solicitando ayuda a un par de mujeres para cargar su bote al auto, pero éstas dijeron que no podían ayudarlo. Caso contrario a Naslund que no pudo negarse a ayudar a un hombre con un brazo enyesado. Los restos de ambas jóvenes fueron encontrados en agosto de 1974, en el parque del Lago Sammamish. Fue notable el hecho de que fueran identificadas las víctimas, debido a la escasez de pistas; mechones de cabello de diferentes colores, una quijada, dos cráneos y cinco huesos de pierna fueron todo lo rescatado del parque.

Cambió de residencia para seguir con los asesinatos y se fue a Midvale (Utah), donde el 30 de agosto se matriculó como estudiante del University of Utah College of Law.
En Midvale asesinó a la hija del sheriff local, Melissa Smith, el 18 de octubre de 1974. La secuestró cuando ella iba hacia su casa para recoger algo de ropa con el fin de pasar la noche en casa de una amiga. Nueve días después sus restos fueron encontrados en Summit Park. Había sido violada y sodomizada antes de ser asesinada rompiéndole el cráneo con algo parecido a una barreta.

El 30 de octubre continuó sus crímenes con Laura Aimee, de 17 años, a quien sorprendió cuando volvía de una fiesta de Halloween. El cuerpo desnudo de la adolescente fue localizado en los montes Wasatch.
El cuerpo mostraba huellas de haber sido golpeado en la cabeza, con la acostumbrada cuña de metal, había sido violado y sodomizado. La policía estableció que había sido asesinada en otra parte, puesto que no había señales de sangre de la víctima en el lugar del hallazgo. La policía del estado comenzó una frenética búsqueda del asesino, tras lo cual comprobaron la similitud con el modus operandi en los crímenes cometidos en Washington, lo que les hizo contactar con la policía de aquel estado, junto a quien acumularon evidencias suficientes para publicar un croquis con la probable apariencia del asesino.

El 8 de noviembre de 1974, la policía consiguió, por fin, un testigo capaz de ponerles sobre la pista del asesino. Carol DaRonch, de 18 años, declaró que esa tarde un hombre atractivo se se le había acercado en la librería Waldens Books de Utah. El extraño, tras identificarse como el oficial Roseland, le había dicho que había visto a alguien tratando de robar su coche y le había pedido que lo acompañara al aparcamiento para averiguar si habían robado algo. Carol pensó que el hombre era un guardia de seguridad del almacén, así que le siguió y cuando llegaron al coche le comunico que todo estaba en orden y no faltaba nada. El hombre insistió en acompañarla a la estación de policía para interponer la denuncia contra el supuesto criminal.
Cuando la acompañaba hacia su coche, un Volkswagen de color azul pálido, ella percibió un cierto olor a alcohol en su aliento, lo que le hizo sospechar, así que le pidió su identificación. Él, mientras se reía, le enseñó rápidamente algo parecido a una credencial y la convenció de subir al coche. Ya en el coche forcejearon y Bundy le sacó una pistola. Carol forcejeó, le golpeó en la cara y saltó del coche. Una pareja de ancianos la encontró y la acompañó a la policia. Así la policía pudo conseguir la descripción del tipo, del vehículo y el tipo de sangre del atacante; O positivo, el tipo de Bundy.

Pero Bundy necesitaba compensar su frustración por el asesinato fallido. Esa misma noche del 8 de noviembre, Debby Kent, de 17 años, desapareció del aparcamiento de la Escuela Secundaria Viewmont, donde había acudido junto a sus padres para a ver una obra de teatro. Debby se había ofrecido a recoger a su hermano en una bolera cercana, tras lo cual debía regresar para recoger a sus padres. Preocupados por la tardanza de Debby, llamaron a la policía quien tras una rápida búsqueda por el estacionamiento, no encontraron más pistas que la llave de un par de esposas. Esa llave resultó pertenercer a las esposas con las que, horas antes, se había presentado Carol DaRonch en la comisaría de policía.

El 12 de enero de 1975, Caryn Campbell, de 23 años, acompañó a su prometido, el Dr. Raymond Gadowski a un seminario en Aspen, Colorado. Mientras descansaban en un salón del hotel, ella advirtió que se había olvidado una revista y regresó a su habitación para buscarla.
El Dr. Gadowski y sus hijos esperaron durante un rato y finalmente el Dr. Decidió ir a buscarla pero no la encontró. Ni siquiera había llegado a la habitación. A media mañana el preocupado Dr. Gadowski decidió dar parte a la policía, quién acudió de inmediato e inspeccionó cada dependencia del hotel sin poder dar con ella. Casi un mes después un trabajador encontró el cuerpo desnudo de Caryn en un banco de nieve a algunas millas del Hotel, había sido violada y brutalmente golpeada. No se encontró evidencia alguna de su atacante.

El primero de marzo fue encontrado un cráneo en una zona boscosa de las montañas Taylor, fue identificado como Brenda Ball. La policía realizó una amplia búsqueda por los alrededores y tan solo tres días después se descubrieron partes de los cuerpos de Lynda Healy, Susan Rancourt y Roberta Parks, posteriormente se encontraron algunos restos más que fueron identificados como pertenecientes a Donna Mason.

El descubrimiento de los restos de algunas de sus víctimas no detuvieron a Bundy. El 15 de marzo secuestró a Julie Cunningham, de 26 años, cuando esta se dirigía a una taberna en Vail, Colorado. Su cuerpo nunca ha sido hallado.

El 6 de abril, tras discutir con su marido, Denise Oliverson, de 25 años decidió visitar a sus padres en Grand Junction. Denise no regresó aquella tarde, por lo que su marido pensó que se había quedado a dormir allí mientras las cosas se calmaban, pero lo cierto es que ella ni siquiera llegó a casa de sus padres. En el camino se topó con Ted Bundy. Su cuerpo aún no ha sido encontrado.

Nueve días más tarde, Melanie Cooley, de 18 años, desapareció en su camino de regreso de la escuela. Un trabajador de caminos descubriría su cuerpo el 23 de abril siguiente, había sido golpeada salvajemente con una barreta. Sus manos estaban atadas a la espalda y una funda de almohada estaba fuertemente anudada alrededor de su cuello.

El primero de julio, Shelley Robertson, de 24 años, decide iniciar uno de sus acostumbrados paseos por el país viajando de autostop, sus amigos no se preocupan demasiado cuando pasan varios días sin verla. Testigos aseguraron haberla visto en una gasolinera hablando con un hombre que conducía un viejo camión. La próxima vez que se supo de ella fue el 21 de agosto siguiente, cuando su cuerpo fue descubierto por dos estudiantes de minería en el pozo de una mina cercana a Georgetown.

Gracias a la descripción del asesino, una amiga cercana de Meg Anders lo identificó como Ted Bundy, de quien tenía muy mala impresión. Ya que el parecido era innegable, se lo hizo saber a su amiga, que irónicamente estaba al tanto de los crímenes y escribía regularmente reportes acerca del asunto. De hecho Anders llegó a convencerse de que su novio podía ser el asesino, pues muchas claves apuntaban directamente hacia él.
El parecido de Ted con el croquis de la policía, el hecho de que conducía un Volkswagen sedan, como el asesino. Además vio muletas en su departamento, a pesar de que él no se había lesionado. Dada la situación, llamó de manera anónima a la policía sugiriendo que su actual novio podía tener algo que ver en las muertes. A pesar de que facilitó fotos recientes de Bundy a la policía, los testigos fallaron al tratar de hacer la correspondiente identificación. La policía desechó esa pista para enfocarse en otros reportes. La atención hacia Ted Bundy se disipó hasta algunos años después. Mientras tanto el asesino se confió en la estrategia de pasarse de un estado a otro, para evitar que la policía descubriera alguno de sus patrones. Así, sus intentos y avances fueron cada vez más burdos y arriesgados, al grado de que las víctimas ya no caían tan fácil, algunas convirtiéndose en útiles testigos, que más tarde hicieron posible la captura de Bundy.

Las pruebas contra Bundy eran ya inobjetables. Sobre todo por el coche, visto innumerables veces. La noche del 16 de agosto de 1975, en una carretera de Utah, un patrullero en servicio vio un Volkswagen que le pareció sospechoso, puso las luces largas para mirar mejor el número de su placa, momento en el que el conductor del Volkswagen comenzó a acelerar, dándose a la huida. El sargento Bob Hayward solicitó la ayuda de otras unidades y el Volkswagen fue detenido poco después. En las primeras inspecciones fueron halladas la palanca de metal (arma predilecta de Bundy), esposas, cinta y otros objetos que hicieron sospechar inmediatamente del detenido.

El 23 de febrero de 1976 comenzó el juicio contra Ted Bundy por secuestro agravado. En abril de 1977 Bundy es trasladado a la cárcel del condado Garfield para encarar este nuevo proceso, en el que él mismo se defendió.

Con tanto trabajo ante sí, se le permitió visitar la biblioteca de la corte de Aspen (Colorado). Nadie imaginó que la verdadera estrategia fue intentar escapar. El 7 de junio de 1976 saltó por una ventana de la biblioteca, lesionándose un tobillo, lo que le impidió llegar demasiado lejos. Aun así consiguió eludir a la policía durante 6 días, sobreviviendo robando y durmiendo en una autocaravana abandonada. Cuando la policía lo atrapó acababa de robar un Volkswagen que había encontrado con las llaves puestas.

Volvió a escapar de la prisión de Garfield en enero de 1977, trepando al techo de una de las secciones de la cárcel, para desde ahí, acceder a otra parte del techo que desembocaba en el armario de un departamento vacío del penal. Esperó hasta no hubiera nadie cerca y salió por la puerta delantera de uno de los departamentos de los funcionarios de prisiones. Nadie se dio cuenta de la ausencia de Bundy hasta la mañana siguiente, 15 horas después de los hechos. Esta vez consiguió huir a Chicago y luego a Florida, donde se instaló con el seudónimo de Chris Hagen.

El 14 de enero de 1977, a las 3 a.m. El novio de Nita Neary la dejó a la puerta de una fraternidad y la chica notó que la puerta esta abierta. Tan pronto entró al edificio escuchó actividad y pasos de alguien corriendo en el piso de arriba e inmediatamente el sonido se acercó a las escaleras.
Consiguió esconderse y observó bajar y salir del edificio a un hombre que llevaba una gorra tejida de color azul, y en el brazo lo que parecía una carpeta envuelta en un trapo. Pensó que alguien había asaltado la fraternidad, así que buscó a su compañera de habitación Nancy y sin saber qué hacer, fueron en busca de la encargada del edificio. No tardaron en toparse con otra compañera llamada Karen, quien se tambaleaba por el pasillo, herida y con la cabeza cubierta de sangre. Pronto descubrieron otra muchacha más, gravemente herida.
Aquella noche Bundy efectuó uno de sus ataques más terribles, por la saña y número de víctimas; la policía encontró el cadáver de Lisa Levy a quien golpeó en la cabeza, violó y que casi de una mordida le desprendió un pezón del pecho. Además insertó en su vagina una lata de spray para el cabello. Mas tarde, este ataque a Lisa Levy resultó de crucial importancia en el destino de Bundy.

Margaret Bowman falleció por estrangulamiento, igualmente atacada mientras dormía. Las demás víctimas no pudieron aportar ningún dato sobre el atacante, únicamente la señorita Neary fue capaz de proporcionar los mayores datos. Bundy no había terminado aún su noche, no lejos de la fraternidad atacó a una chica más. Afortunadamente los vecinos se percataron y telefonearon al departamento de la mujer; logrando salvar la vida de la chica, que inmediatamente fue asistida por la policía. La encontraron sentada en su cama, semiinconsciente tras la paliza recibida.
A pesar de que la policía pudo recabar bastante evidencia de este último ataque, como fueron cabellos de una máscara que Bundy soltó en el lugar, semen y muestras de sangre, la realidad era que el criminal les era desconocido. En el estado de Florida no se sabía nada de Ted Bundy.

La última víctima de Ted Bundy fue Kimberly Leach, de 12 años, que fue secuestrada el 9 de febrero de 1978 en Lake City. El único testigo del acontecimiento fue una amiga suya de nombre Priscila, quien la vio subir en la camioneta de un hombre, pero no pudo aportar mayores datos del vehículo. El cuerpo de la niña fue hallado 8 semanas más tarde en Florida, dado el avanzado estado de descomposición del mismo, no dio ninguna pista significativa sobre el atacante.

Días antes del secuestro de Kimberly Leach, un extraño en una camioneta color blanco se acercó a una estudiante de 14 años. La chica estaba en el camino, en espera de su hermano que había acordado pasar a por ella. Ella, advertida por su padre, un oficial detective, de que no debía hablar con extraños se sintió incomoda ante las preguntas y avances de Bundy. Afortunadamente el hermano llegó y ordenó a su hermana abordar el carro.
Extrañado por el sujeto, el joven apuntó las placas del vehículo y se las mostró a su padre. Una vez escuchada la historia del hombre y la camioneta blanca, el detective James Parmenter, del departamento de policía de Jacksonville decidió investigar. Las placas correspondían a un hombre llamado Randall Ragen, a quien Parmenter decidió visitar. El señor Ragen relató que tales placas habían sido robadas de su vehículo y que ya había tramitado unas nuevas. Posteriormente el detective se enteró de que la camioneta que le comentan sus hijos haber visto era robada. Entonces hizo que sus hijos vieran unas cuantas fotografías en la estación de policía. Para su sorpresa, el sujeto que identificaron era Ted Bundy.

El 24 de enero de 1989, a las 7:04 de la mañana, Theodore Robert Bundy fue ejecutado en la silla eléctrica. Momentos después sale una carroza funeraria camino al crematorio. Al pasar, la multitud aplaude.


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