Luis Alfredo Garavito Cubillos
Conocido como "El mosntruo de Génova, nació en Génova, Quindío (Colombia) el 25 de enero de 1957. Hijo de Manuel Antonio Garavito y Rosa Delia Cubillos, fue el segundo de siete hermanos.
Su padre era adúltero, borracho, machista, muy estricto y muchas veces abusivo física y emocionalmente durante toda su infancia. Su madre era una mujer de actitud violenta que le dio poco cariño y cuidados cuando era niño.
Debido al conflicto armado en curso en Colombia en ese momento, la familia se mudó a Ceilán, Valle del Cauca.
Como resultado de las frecuentes infidelidades y hábitos de bebida de su padre, la pareja frecuentemente peleaba verbal y físicamente en presencia de sus hijos, a quienes descuidaban en gran medida. Alegó haber sido atado a un árbol a los 7 años y golpeado con un machete. Varios de estos abusos se dieron por intentar defender a su madre, a quien Manuel golpeaba durante el embarazo.
Debido a estos abusos, los niños a menudo se escondían cuando su padre regresaba del trabajo. Mientras dormía en la misma cama que su padre, Garavito especuló que pudo haber sido acariciado en alguna ocasión. Se sabe que fue víctima de abuso sexual a los 13 años de edad.
Creciendo en una familia de alcohólicos, Garavito accedió a la bebida y desarrolló adicción.
Fue menospreciado como imbécil, bastardo y otros peyorativos por su padre. Asistía a la escuela Simón Bolívar en Ceilán y al principio era colaborador y alegre, pero con frecuencia otros niños lo ridiculizaban e intimidaban, llamándolo "Garabato". A pesar de los violentos conflictos, sus profesores no hicieron ningún intento de intervenir. Esto angustió a Garavito, quien acumuló resentimiento hacia su padre denigrante y envidia hacia sus compañeros de hogares estables.
En 1968 dejó la escuela, algo que consternó a Garavito, a quien su padre también le prohibió tener amigos o novia.
En 1969 fue objeto de extensos abusos físicos y sexuales por parte del dueño de una farmacia local y de un vecino devótamente religioso durante las visitas de su padre a la tienda para vacunar a Garavito. Frustrado, Garavito empezó a matar y diseccionar pájaros.
Ya adolescente, Garavito comenzó a sugerir a sus hermanos menores que durmieran desnudos con él en su cama compartida. Luego acarició sexualmente a sus hermanos menores mientras dormían en múltiples ocasiones después de quitarles la ropa.
Garavito también alegó que abusó sexualmente de un niño de 6 años en 1969. Según quienes lo conocieron, Garavito se volvió muy retraído, extremadamente agresivo y "dispuesto a vengarse del mundo".
El abuso sexual por parte del vecino terminó después de que la familia se mudó a Trujillo en 1971, pero el daño ya estaba hecho. Garavito quedó sexualmente impotente con sus parejas femeninas y permanentemente incapaz de eyacular adecuadamente.
Creyendo que su padre y su familia no se preocuparían ni le creerían, Garavito ocultó los abusos sufridos. Poco después de llegar a Trujillo, otro amigo vecino de la familia le mostró pornografía heterosexual. Debido a la tendencia homosexual de Garavito, respondió con disgusto, y el vecino lo golpeó entre la maleza antes de violarlo.
En 1972, Garavito intentó repetidamente iniciar relaciones sexuales con mujeres, pero fue rechazado.
Garavito sufrió síntomas de psicosis, paranoia y depresión y comenzó a abusar sexual y compulsivamente de niños y niñas, desarrollando una preferencia casi exclusiva por niños púberes.
Debido a la depresión y los sentimientos suicidas relacionados con su falta de logros, expresó su deseo de formar una familia, pero padecía disfunción eréctil frecuente.
Ese mismo año, fue expulsado durante un tiempo de casa después de ser sorprendido por su madre intentando violar a un niño de 5 años y nuevamente en 1973 tras un intento de agresión sexual a un niño de 6 años en una estación de tren en Bogotá.
El niño gritó, lo que alertó a las autoridades para arrestar a Garavito, quien afirmó que sólo quería abusar "ligeramente" del niño en respuesta a un cargo de intento de violación.
Tras este último incidente, Garavito fue reprendido por su padre Manuel por no elegir a una mujer para agredirla sexualmente y expulsado de su casa definitivamente por su condición homosexual.
Empezó a trabajar como asistente en una caja de compensación y después en una cadena de tiendas, y estudió marketing, pero comenzó a tener problemas con sus compañeros de trabajo, clientes y jefes que gradualmente escalaron a altercados físicos.
Después de perder su trabajo, trabajó como vendedor ambulante de objetos religiosos y también como trabajador migrante.
En 1973, cuando era joven, comenzó a trabajar en una plantación de café en Trujillo, enamorándose de una maestra de escuela y madre soltera llamada Luz María Ocampo Orozco, con quien luego asistió a los servicios semanales.
Muchas de las mujeres con las que se hizo amigo tenían hijos, a quienes Garavito supuestamente crió como si fueran sus propios hijos. Cuando estaba sobrio era buena persona, pero cuando estaba ebrio, se volvía violento y prometía asesinar a su padre y abusaba físicamente de sus novias. Empezó a ser cada vez más celoso y controlador, y como resultado, a menudo fue objeto de escándalos locales y murmuraciones en la ciudad, enfrentándose a repetidos desalojos por parte de sus compañeras.
Su primer asesinato infantil fue en octubre de 1992 en Jamundí, Valle del Cauca.
Al mudarse a la ciudad de Armenia, Garavito consiguió un nuevo trabajo en una panadería local. Después de su frecuente asistencia a los servicios de la iglesia local, asistió a reuniones de Alcohólicos Anónimos y ocasionalmente visitó a psiquiatras antes de terminar su día frecuentando el parque Valencia para contratar los servicios de prostitutas infantiles.
Al perpetrar cada crimen, Garavito se tomaba desde un sorbo hasta media botella de aguardiente o brandy, luego llevaba a sus víctimas a zonas apartadas, tras haberlas analizado, y allí, después de amedrentarlos con un cuchillo, empezaba el ritual con el cual asesinó a cientos de niños.
Los investigadores dicen que mientras abusaba de cada niño, le iba propinando puñaladas, entre otras aberraciones, y finalmente le hacía un corte profunda en el vientre o el pecho para que se desangraran, o los degollaba.
El jueves 22 de abril de 1999, en una zona rural de Villavicencio, Meta, fue capturado.
Horas antes había raptado a un menor del que pretendía abusar sexualmente y luego asesinar. Un sin techo, que se encontraba en la zona escuchó los gritos de auxilio del menor y se acercó. Al ver la escena atacó a Garavito con piedras, obligándolo a huir.
El mendigo rescató al niño y lo llevó hasta una vivienda donde lo auxiliaron y llamaron a la policía nacional. Después de que el niño contase lo ocurrido, se inició la búsqueda por una brigada con múltiples efectivos policiales en la zona, usando vehículos oficiales, taxis y particulares recorriendo la zona. Varias horas después, el hombre salió del monte caminando, fue identificado por el niño y detenido por los policías, manifestando que se llamaba Bonifacio Morera Lizcano, un vendedor ambulante de la zona. Con ese nombre se inició la investigación penal sobre la presunta tentativa de acceso carnal sobre el menor.
En junio de 1999, el equipo interdisciplinario del CTI de la Fiscalía y Óscar Armando Díaz Beltrán, psiquiatra de Medicina Legal de Cali, evaluaron los casos y establecieron que el sospechoso principal era Luis Alfredo Garavito.
Al intervenir otras secciones, como el análisis realizado por el morfólogo de Buga Carlos Hernán Herrera Jaramillo, principal promotor de la investigación del fenómeno, y la presentación del fiscal Fernando Aya de Villavicencio sobre el caso Morera Lizcano, permitieron establecer que era el asesino en serie.
El jueves 28 de octubre de 1999, la fiscal Lily Naranjo lo interrogó sobre otros casos durante 8 horas en las que el asesino terminó confesando los homicidios, incluyendo el caso de Santa Bárbara en Palmira (Valle del Cauca), los tres niños de Génova, el caso de Tunja y el caso de Villavicencio, entre otros.
En los meses siguientes Garavito comenzó a narrar la secuencia de homicidios y a indicar la ubicación de cuerpos aún no hallados.
Garavito confesó haber cometido muchos asesinatos. Se estableció que era responsable no sólo de la muerte del menor Ronald Delgado Quintero, de 11 años en Tunja en 1996, si no también del homicidio de tres niños de Génova y de otros 172 crímenes cometidos contra menores en 11 departamentos de Colombia.
La suma por todos los crímenes cometidos fue de 1853 años de cárcel, pero el asesino fue judicializado con un sistema penal que en ese entonces (fecha de los asesinatos) aplicaba una pena máxima de 40 años. Sin embargo, la cifra fue reducida por colaborar con las autoridades y por presentar un interés particular sobre los estudios
Posteriormente, Garavito negó haber violado a sus víctimas y aseguraba que había cometido los crímenes por supuestas órdenes del diablo, y aseguraba su rehabilitación tras convertirse en miembro de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, de la cual se hizo bautizar el 18 de agosto de 2003.
Se le diagnosticó un trastorno antisocial de la personalidad (TPA), cuyos síntomas y síndromes antisociales principales son: Ausencia de empatía, remordimiento y miedo, autoestima distorsionada, cognición de "deshumanización de la víctima", distorsión de las consecuencias, trastorno de identidad disociativo, egocentrismo y narcisismo, impulsividad, manipulación, pedofilia, necrofilia, sadismo, psicopatía y sociopatía.
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