Isei Sagawa

Conocido como "El Gran Canibal Japonés", nació el 11 de Junio de 1949 en Kobe, en el Japón hambriento de la posguerra, aunque era hijo de un gran empresario de Japón, por lo que no había hambre en su familia.
En el año 1954, con 5 años, tuvo una experiencia traumática: soñó con su propia muerte. Se vio en una cacerola de agua hirviendo, hasta que quedaba cocido y alguien lo sacaba para comérselo. Al parecer la pesadilla lo marcó profundamente.
Sakawa siempre tuvo una querencia por la cultura occidental, y sobre todo por las mujeres blancas, le producían un intenso delirio. Propuso a su padre que quería irse a estudiar a París, ya que era licenciado en Literatura y en la Sorbona se ofrecían muchas posibilidades. El padre accedió gustoso.

A finales de los años 70 Sagawa llegó a París. Allí conoció a René Hartevelt, una chica holandesa que cumplía el perfil que se exige de una holandesa: alta, rubia, esbelta, ojos claros y una piel absolutamente blanca, era el oscuro objeto de deseo de Sagawa. A pesar de no ser muy agraciado consiguió la amistad de René. Pronto comenzaron a intimar. Solo el roce de la piel de René le producía un extremecimiento extremo, llegó a pensar en poseer definitivamente y para siempre la piel de René.

Una noche de 1981, Sagawa invitó a René a una cena en su apartamento y ella aceptó. En lo más glamuroso de la cena Sagawa se levantó con el pretexto de ir a buscar una nueva botella de vino. Regresó de la cocina con una pistola en la mano. La acercó al cuello de René y le pegó un tiro. Ya la tenía, René era suya. Pero ahora Sagawa tenía un cadáver ante el, así que empezó a desnudarla y simplemente lo que se le ocurrió fue comérsela. Analizó el cuerpo de la joven y eligió la cadera derecha asestándole un gran bocado, sin obtener el gusto que esperaba, así que fue a la cocina y cogió un cuchillo jamonero, lo clavó en la cadera de René y sacó un trozo. Ahora si que sintió placer. Se deshacía como el sushi.
Así fue cortando y comiendo y cuando estuvo satisfecho, cogió el cadáver y lo guardó. Durante muchos días estuvo comiendo la carne de René. Cuando acabó con toda la carne que le gustaba, introdujo lo que quedaba del cadáver en dos maletas de cartón y las tiró al lago del bosque de Bolonia.
A los pocos días una pareja descubrió las maletas, ya que el lago tenía poca profundidad, y observaron horrorizados los trozos del cadáver. La policía no tardó en llegar a Sagawa y él reconoció el asesinato y su canibalismo.

En Francia le juzgaron como "demente e idiota" y en el año 1983 le recluyeron en la institución mental Paul Guiraud de París. Contrajo una inflamación intestinal y los médicos lo confundieron con una encefalitis. Pensando que se encontraba en los últimos días envían a Sagawa a Japón para morir allí. En Japón, su padre movió todos lo hilos para sacar a su hijo de la institución mental de Tokio.

En Japón no se le acusaba de nada y en Francia tampoco al haber retirado las denuncias. Era un hombre libre y aprovechó para escribir un libro describiendo milímetro a milímetro como se comió a René, convertiéndose en un Best Seller, al que siguieron más, llegando a amasar una auténtica fortuna.

Sagawa atribuye esta tendencia caníbal a un sueño de su infancia donde veía a su padre y su madre servir a su hermano menor como comida en una olla, sin contar que sus tíos y abuelos solían relatarle cuentos, entre ellos Hansel y Gretel, algunas obras de Hans Christian Andersen y Robinson Crusoe, siendo a partir de allí donde tuvo conocimiento sobre el canibalismo.
Él admitió que todavía poseía fantasías caníbales, pero que ya no deseaba llevarlas a cabo con mujeres occidentales. Sin embargo, su preferencia sexual era hacia las mujeres asiáticas, las cuales considera más atractivas.

El 24 de noviembre de 2022 murió en la ciudad de Tokio a los 73 años a causa de una neumonía.


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